Para comenzar, a lo largo del tiempo las sociedades humanas han sufrido muchos cambios. El estilo de vida, las creencias, las necesidades, las formas de gobierno, los anhelos y las pasiones han experimentado toda clase de transformaciones a medida que estas sociedades han cambiado su interés benéfico. Cuando los medios de comunicación surgieron se consideró que harían llegar a la ciudadanía la realidad que les rodeaba en las distintas épocas que lo abarcaron hasta en la actualidad. En la antigüedad, las pinturas, la escritura, así como la música y el teatro eran las principales herramientas de comunicación y transmisión de conocimientos e ideales hasta la llegada de la imprenta en el siglo XV, originando que la manipulación adquiera la fuerza suficiente para masificar la difusión generando un impulso significativo a la conservación y transmisión de información, y con ellas la propagación de ideas y culturas. Asimismo, no solo tienen la capacidad para distribuir mensajes y conocimientos, sino que otorgan a las élites una potente máquina de control social.

De esta manera, se intensificó el continuo avance tecnológico y científico junto con las apariciones de la radio y el cine, en el que se profundizó aún más la influencia de la manipulación de la información hacia las personas. Estos medios fueron usados por grandes figuras como corporaciones intensificando el patriotismo, ideales políticos y otras corrientes de pensamientos. A comienzos de 1950, la televisión se convirtió en la herramienta de preferencia utilizada por las grandes empresas gracias a la popularidad que ganó en el mercado, conquistando cada hogar en el mundo.

La televisión controlando al hombre
Esta caja contiene de un poder manipulador-inimaginable- por la imagen, permitiendo que todos los mensajes que manifiesta rápidamente conecten directamente con el subconsciente, modificando la percepción de la realidad con elementos audiovisuales cuyo fin no se trata de provocar reacciones reflexionas o de producir material con fines artísticos. Se trata de vender una realidad que no existe. La televisión simboliza ser un parque de atracciones, un circo, narradores de cuentos, comedores de animales y jugadores de fútbol. Es una fábrica para matar el aburrimiento. Venden fantasías, versiones, juegan con ilustraciones, nada es verdad, pero las personas se quedan ahí sentados, día tras día, noche tras noche, gente de todas las edades, colores y credos.

Por ello, citando las palabras de Noam Chomsky:
“El propósito de los medios masivos no es tanto informar y reportar lo que sucede, sino más bien dar una forma a la opinión pública de acuerdo a las agendas del poder corporativo dominante.”

La televisión invadiendo al hombre
La televisión invadiendo al hombre
El televisor como objeto es un intruso de apariencia inofensiva que se convierte en el integrante más influyente de la familia, adquiere el rol de jefe en la casa. La televisión es un medio regido por el financiamiento publicitario en el que se generan necesidades innecesarias e impone la asociación de productos con los consumidores convertidos en productos.
La preocupación por el poder que ostentan los medios de comunicación de masas se basa en los diferentes tipos de control social que se ejercen sobre la sociedad por parte de los grupos de poder, como instituciones políticas, para manejar al público mediante la propaganda. Según la asociación de marketing americana, la propaganda se define como las ideas, información u otros materiales difundido comúnmente a través de los medios en un esfuerzo por ganar a personas para una doctrina a punta de vista, esto favorece a que los ciudadanos moldean en sus estructuras mentales y se adecuen a las estructuras de las clases sociales dominantes.

Podemos mencionar una experiencia que demostró el potencial de la utilización de esta herramienta como medio de control de la opinión pública como se llevó a cabo en la Segunda Guerra Mundial. La propaganda se convierte en la principal bala en los terrenos de Alemania, así como en otros países. El mensaje propagandístico nazi se basaba en una lógica simple y directa asentada en tres grandes pilares: anticomunismo, anticapitalismo y antisemitismo. El primer pilar se basó en rechazar la organización política de las democracias y de la Unión Soviética, como fórmulas infectadas de egoísmo individualista, corrupción. El segundo pilar, acusaba al libre mercado de ser desencadenante del paro y de la crisis económica que hundía a Alemania. Y el tercer pilar, fue la afirmación de que la raza aria era superior para construir una identidad unidad entre los alemanes en defensa de la comunidad judía.

propaganda alemana durante la segunda guerra mundial
Propaganda alemana durante la segunda guerra mundial

La propaganda nos rodea por los cuatro costados de nuestro día a día y no cabe la duda de que alteran las imágenes mentales que el hombre forma del mundo, no solo se ocupa del individuo o de la mente colectiva, sino también de la anatomía de la sociedad, sus formaciones y lealtades de grupos entrelazadas.

propaganda nazi, influencia en masas durante la segunda guerra mundial
Proaganda nazi, influencia en masas durante la segunda guerra mundial