Batallando lo Invisible

Moda Rápida

“Si el amor tiene que ver con la comprensión, con la escucha, con la presencia, con la empatía, con la falta de indiferencia, entonces la sociedad dista mucho de su vivencia… Detrás de las grandes marcas de ropa se esconde, se silencia, una realidad sombría, la de un sistema de producción basado en la explotación, el deterioro y la deshumanización de aquellas personas que participan de dicho proceso de elaboración. El imperativo que se evidencia en esta realidad es: Dinero por encima de todo e indiferencia frente al otro.”

Esta es la historia de la ropa, sobre la ropa que vestimos, la gente que hace esta ropa y el impacto que está teniendo en nuestro mundo. Es una historia sobre el poder, la avaricia, el miedo y la pobreza. Es compleja, pues se extiende a lo largo y ancho del mundo.

¿Alguna vez te preguntaste si la remera que tenés puesta, el pantalón o las zapatillas fueron realizadas cumpliendo con las políticas internacionales de trabajo decente o respeto al medio ambiente? Quizá esa prenda que llevas te salió muy barata, mientras que, otras personas, pagan un alto costo en dignidad y bienestar hacia su propia vida. En el siguiente artículo se propone realizar una reflexión sobre el fenómeno de la ropa logrando concientizar acerca de sus modos de producción y las consecuencias que de allí se desprenden. Se dejará en claro como muchas marcas globales de ropa y moda, reducen el costo de las prendas para ser competitivos, a costa de la explotación de los recursos humanos, la vida humana y el medio ambiente.

Arte sobre la Fast Fashion
Venere degli stracci (Venus de los trapos), 1967-1974, de Michelangelo Pistoletto
Tienda con promos de rebajas

¿A qué se refiere con esta nueva corriente social?


Desde hace varios años se originó la corriente Ropa Rápida. La ropa rápida ha creado muchas temporadas, nuevos productos por semanas, para así vender más y más con precios más baratos. La cuestión es ¿Cuándo se acaba esto? La producción global significa que toda la fabricación de mercancías ha sido subcontratada a economías de bajo costo, donde los salarios son muy bajos y se mantendrán bajos. Para que las grandes empresas se mantengan, se abaratan costos y se ignoran, en muchos casos, las medidas de seguridad.

Edificio de Bangladés, producción de segunda mano y deshumanización
Edificio de Bangladés, producción de segunda mano y deshumanización
Partiendo del caso concreto del derrumbre del Rana Plaza en abril de 2013 en Dhaka, capital de Bangladesh. El edificio colapsó enterrando al menos 1127 personas, y otras 2437 resultaron heridas. Esta catástrofe se vuelve peor cuando los trabajadores ya habían señalado a los dirigentes de la presencia de grietas en el edificio, denunciando lo inseguro que era. Sin embargo, fueron obligados a trabajar en él.

Derrumbre del edificio de producción de segunda mano, en Bangladés
Derrumbre del edificio de producción de segunda mano, en Bangladés
Después de esta noticia, pusó en evidencia las terribles condiciones en las que trabajan los empleados, la mayoría mujeres, que confeccionan la ropa para importantes marcas internacionales. Bangladesh es uno de los países más importantes dentro de la industria textil y se considera la principal fuente de empleo para los 161.4 millones de personas que ahí habitan. La mano de obra barata que ofrece este país hace que las marcas busquen producir sus prendas en este lugar. Gracias a esto es que pueden vender a un costo accesible y seguir manteniendo un margen de ganancias muy alto. Mucha ropa en tiendas de América estaba confeccionada en Bangladés, por trabajadores que ganaban un sueldo ínfimo. Mientras crecía la cifra de muertos, ascendían las ganancias generadas.

Todo el mundo debería asumir la responsabilidad por lo que les pasa diariamente a las personas que trabajan en estas condiciones, porque, por ejemplo, en el caso del edificio mencionado, no solo fue el edificio lo que mató a las chicas, sino la indiferencia, la ignorancia que tenemos sobre la vida de otras personas, en definitiva la falta de amor. Eso no debe suceder, estamos en el siglo XXI, vivimos en un mundo global, ¿y simplemente ignoramos las vidas de otras personas?

Impacto Ambiental

Podemos comenzar con el impacto ambiental que estas empresas están teniendo actualmente. Según la revista para la divulgación de la ciencia de la UNAM, la industria de la moda rápida es responsable del 10% de las emisiones de gases tóxicos globales y de la producción del 20% de agua residual a nivel mundial, además, el 30% de los desechos plásticos en el océano provienen de esta industria. La industria de la moda es ahora la segunda más contaminante después de la del petróleo. Esto se debe principalmente al uso de pesticidas, formaldehído y sustancias cancerígenas en los tejidos utilizados para confeccionar las prendas que llevan los consumidores de moda rápida.

Cuando se producen ropa de más y queda de temporadas atrasadas, se desechan y quedan en la basura
Cuando se producen ropa de más y queda de temporadas atrasadas, se desechan y quedan en la basura
La industria de la moda consume mucha agua, pero también contamina mucho el agua potable. También refuerza el sentimiento de desigualdad de los países subdesarrollados respecto a los desarrollados. De hecho, esta contaminación la generan los países más desarrollados, pero son los más pobres los que pagan las consecuencias.

El Banco Mundial calcula que para 2050 podrían llegar a los países occidentales hasta 143 millones de migrantes climáticos. La ONU es mucho menos optimista y calcula que en el mismo periodo podrían llegar a los países occidentales unos 1.000 millones de personas.

durante la produccion barata, los desechos van para los rios
Durante la produccion barata, los desechos van para los rios
La moda rápida nos ofrece cualidades inmejorables; podemos acceder a ella de manera sencilla, ya que la encontramos en prácticamente cualquier centro comercial, y nos asegura que tendremos «eso» que estábamos buscando. No resulta sencillo detener el consumo de un producto de acceso inmediato.

¿Cómo debemos reaccionar frente a este fenómeno?

La industria de la moda está tan naturalizada, que nunca nos cuestionamos los comportamientos de las grandes empresas, la mala decisión que toman los talleres baratos para crear ropa, todas las verdades ocultas presentes en el movimiento de moda, está tan impuesto socialmente, tan normalizado, tan naturalizado que nos pasa por alto.
Uno de los problemas que tenemos en el mundo actual es que lo que se considera importante son los beneficios, no tomando en consideración los medios para alcanzar los fines buscados. ¿A qué costo se consiguen las cosas? Al costo de contaminar el agua, al costo de la mano de obra barata, al costo de llevarse muchísimas muertes, al costo de alienar al trabajador.

Para concluir este artículo los invita a experimentar el amor con el prójimo en la medida que podamos salir de la indiferencia, viendo, escuchando y comprendiendo al otro. Logrando soltar las cadenas de la ignorancia que no nos permiten hacernos conscientes de la realidad que día a día nos rodea. Tenemos que mirar a la tierra no como mercancía con la que se comercializa, sino como la base misma de nuestra vida .

¿Qué podemos hacer ante esto?

La Fundación Ellen MacArthur propone, a nivel industrial, un modelo circular (ya no lineal) de producción, basado en cuatro ejes fundamentales:

1Dejar de usar sustancias peligrosas en la producción y reducir los materiales que despidan microfibras.

2Aumentar la durabilidad de la ropa para reducir la pronta obsolescencia y sustitución acelerada de las prendas.

3Mejorar de forma radical el reciclaje, algo que puede lograrse desde el diseño de modas o el incentivo de uso de materiales tanto reciclables como reciclados.

4Volver más efectivo el uso de los recursos y transitar hacia energías y materiales renovables en la producción de ropa.


Grupo de personas aplicando el modelo de circular para evitar la
Grupo de personas aplicando el modelo de circular para evitar la "ropa rapida"
Hay acciones que como consumidores también podemos emprender para combatir la fast fashion. La primera y más obvia es dejar de comprar marcas que incurren en esta práctica o reducir drásticamente nuestro consumo. Fashion Takes Action, una organización canadiense sin fines de lucro, recomienda seguir las 7R, para llevar más allá el modelo tradicional de las 3R: reducir, rentar, resignificar, reparar, reusar, revender y reciclar.

En el sentido de reusar y revender, también es común cada vez más en redes sociales y marketplaces encontrar bazares virtuales de segunda mano, en los que se oferta la ropa de poco uso a precios más accesibles y así se logra extender la duración de las prendas.

De igual manera, revisa tu armario, quizá haya prendas que ya no uses y puedan ser donadas. Para eso busca emprendimientos u organizaciones locales que recolecten ropa. Organiza con tu familia y amistades una especie de bazar en el que intercambien sus prendas, evita tirar ropa en buen estado y comprar solo porque se ha lanzado una nueva colección.

Referencias

- Blog: ¿Qué es el 'fast fashion' y por qué está haciendo de la moda un negocio insostenible?
Fuente: conTREEbute
- Blog: El lado oscuro de la industria de la moda
Fuente: Sustain Your Style
- Diario Digital:¿Por qué la moda rápida tiene un efecto negativo?a
Fuente: Nueva Era